Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son extensiones de tierra y/o mar seleccionadas legalmente para ser conservadas.
De acuerdo con la evaluación realizada por Oceana México que investigó la situación de 39 Áreas Naturales Protegidas (ANP) marinas y costeras, desde Baja California hasta Yucatán, muestran que todas estas están reprobadas, ya que fallan en su misión de conservar manglares y arrecifes.
Sobre la dimensión de la conservación de hábitats críticos se observó que el estado de conservación del arrecife se encuentra entre regular y mal para 15 ANP mientras que, por el contrario, el manglar se encuentra en su mayoría entre regular y muy bien con 14 ANP y solo dos en mal estado.
De acuerdo con Oceana, todas nuestras Áreas Naturales Protegidas no están a la altura de lo que el país necesita. Ni siquiera las mejores ANP marinas mejores evaluadas superaron resultados críticos en indicadores de desempeño, mejor pesquera, suficiencia presupuestal o gobernanza.
Si las ANP ya enfrentaban problemas, estos se han multiplicado con el cambio climático, la acidificación de los océanos, la contaminación por plásticos, el declive de las pesquerías, el blanqueamiento de corales y el aumento de zonas costeras muertas por contaminación de agroquímicos.
Algunas de las razones que explican el deterioro de manglares y arrecifes coralinos en las Áreas Naturales Protegidas son cambio ilegal de uso de suelo, sobrepesca, turismo masivo y pesca ilegal, entre otros.
Las leyes actuales no son suficientes para garantizar la protección de los hábitats, recuperar la abundancia de los océanos y proteger la riqueza natural de México. Uno de los principales problemas es que los proyectos en los programas de manejo no tienen metas específicas, medibles, alcanzables ni temporalmente definidas, refiere el reporte de la organización.
Renata Terrazas, directora de Oceana México, destacó que “es necesario darles dientes a la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONANP) para defender el medio ambiente marino, debe tener la autoridad para regular todas las actividades que tenga efectos sobre las áreas que administra, por ejemplo, la pesca”.
Ante este escenario, Oceana propone aumentar el número de Áreas Protegidas Naturales y así proteger territorios más amplios, contar con ANP que tengan objetivos claros y medibles; regular y transparentar la pesca de las ANP. Actualmente no se sabe cuántos se pesca en ellas. Así como un presupuesto que alcance y sea estable y que las comunidades puedan decidir sobre las ANP, sobre los proyectos que afectan su modo de visa y sus recursos.
De las 182 Áreas Nacionales Protegidas que hay en México, 68 incluyen zonas marinas o costeras. A través de estas, el país protege 73.6 millones de hectáreas, equivalente a casi 500 veces la superficie de la Ciudad de México o casi tres veces la superficie de Chihuahua.
De esta enormidad, 68.4 es mar y 4.1 algún tipo de ecosistemas costero. Las islas del país son las más protegidas pues hasta el 92 por ciento de ellas cuenta con algún esquema de protección.
Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son extensiones de tierra y/o mar seleccionadas legalmente para ser conservadas, las cuales ayudan a la protección ecológica, pero su sola existencia no garantiza la vida.
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