Mexicanas se desarrollan antes que europeas y estadounidenses

“Sólo en la medida en que el país pueda tener un mejor desarrollo económico y el entorno de niños y jóvenes sea el correcto, tendremos una población más sana”, indicó experta de la UNAM.



María Elena Sáenz Faulhaber, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseguró que aunque la alimentación, sanidad y genes influyen en el crecimiento de una persona, el ser humano tiene posibilidades de crecer más que sus padres si el entorno en el que se desarrolló fue el apropiado.

Sin embargo, según explica Sáenz Faulhaber, esa teoría puede fallar, pues las edades cronológicas y óseas pueden no coincidir, sobretodo en la adolescencia, por eso los menores de 12 o 13 años pueden tener cuerpo, comportamiento infantil y estatura baja, mientras otros adolescentes pueden mostrar más madurez en varios sentidos.

“El proceso de crecimiento y maduración de las personas está relacionado con los genes heredados de la madre, padre y abuelos, y se manifiesta de mejor forma si la alimentación y condiciones sanitarias son adecuadas”, afirmó María Elena Sáenz y recalcó que en la medida que el país tenga un mejor desarrollo económico y el entorno de menores sea correcto, la población será más sana.

Sáenz Faulhaber subrayó que en las poblaciones rurales, donde los sistemas de salud son deficientes, se encuentran estaturas y maduración biológica menor a la normal en hombres y mujeres. Datos indican que las mujeres llegan a la adolescencia dos años antes que los hombres y terminan su etapa de crecimiento antes.

Mexicanas maduran antes que mujeres de otros países

Investigaciones elaboradas por María Elena Sáenz arrojan que las niñas mexicanas comienzan la preadolescencia, en promedio, a los 10 años y maduran antes que mujeres estadounidenses y europeas, pues su menstruación llega cerca de los 12.5 años, por lo que “también dejan de crecer antes”.

“Las jóvenes (mexicanas) tienen una maduración ósea también adelantada respecto a otras poblaciones; los dos eventos van ligados y la diferencia de crecimiento entre los 15 y 16 años es menor de un centímetro”, comentó la especialista y recalcó que, se puede afirmar, que a esas edades las jóvenes mexicanas ya son adultas o están cerca de serlo.

La especialista destacó que la maduración temprana de las mexicanas puede deberse a una cuestión genética, pues de acuerdo con estudios venezolanos, en diversos países de América Latina, como Venezuela y Argentina, se observó la misma tendencia.

Finalmente, Sáenz Faulhaber hizo un llamado a la población a “preocuparse mucho por los hijos, por su alimentación, salud física y bienestar emocional”, pues tener problemas físicos, no hacer ejercicio y trastornos como la depresión, impactan en su desarrollo, definiendo si son adultos sanos o no.

 

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