El Banco Mundial considera que la transparencia de la deuda es un paso fundamental del proceso de desarrollo de los países, pues facilita nuevas inversiones, mejora la rendición de cuentas y contribuye a reducir la corrupción.
En un momento en que la deuda soberana de los países más pobres ha alcanzado niveles extremadamente altos, los sistemas de seguimiento han demostrado ser inadecuados, tanto a nivel mundial como por país, situación que genera brechas que hacen más difícil evaluar la sostenibilidad de la deuda, y en las naciones sobreendeudadas reestructurar la misma de manera inmediata, así como generar una recuperación económica duradera, destaca un informe del Banco Mundial.
Los países más pobres saldrán de la pandemia de COVID-19 con las cargas de deuda más grandes de las últimas décadas, pero una transparencia limitada en este rubro retrasará aspectos críticos como la conciliación y la reestructuración de las obligaciones de pago que han adquirido, aseveró David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial, durante la presentación del estudio “La transparencia de la deuda en las economías en desarrollo”.
Este análisis constituye la primera evaluación integral de los sistemas mundiales y nacionales de supervisión de la deuda soberana y señala que el 40 por ciento de los países de ingreso bajo no han publicado datos de su deuda soberana durante más de dos años, y muchos de aquellos que sí lo han hecho, tienden a limitar la información a la deuda del gobierno central.
La #Deuda en las economías en desarrollo se ha disparado a un nivel récord, pero los sistemas de monitoreo están demostrando ser extremadamente inadecuados.
Conéctate mañana, 11 de noviembre, 8:45AM ET, a un debate sobre cómo mejorar estos sistemas ? https://t.co/XBwhzKecwH pic.twitter.com/Z0mUeAVjG7
— Banco Mundial (@BancoMundial) November 11, 2021
Advierte que “muchos países en desarrollo están recurriendo cada vez más a préstamos respaldados por recursos, con los cuales los gobiernos aseguran la financiación poniendo futuros flujos de ingresos como garantía”, y como ejemplo menciona que los préstamos respaldados por recursos representaron 10 por ciento de los nuevos préstamos en la región de África al sur del Sahara entre 2004 y 2018. Más de 15 países tienen dicha deuda, pero ninguno proporciona detalles sobre los acuerdos de garantía.
El informe alerta que actualmente 44 por ciento de los países de bajos ingresos se enfrentan a un alto riesgo de sobreendeudamiento y el 12 por ciento ya lo está experimentando.
Además, destaca que la vigilancia de la deuda hoy depende de una combinación de bases de datos con diferentes normas y definiciones y distintos grados de confiabilidad, confeccionadas por diversas organizaciones. Estas incongruencias dan lugar a grandes variaciones en los registros de la deuda disponibles públicamente en las economías de ingreso bajo y en algunos casos alcanzan hasta el 30 por ciento del Producto Interno (PIB) de un país.
David Malpass aseguró que “mejorar la transparencia de la deuda requiere un marco sólido de gestión de la deuda pública, un registro y sistemas de gestión de la deuda integrados, y mejoras en la supervisión mundial de la deuda.
“Las instituciones financieras internacionales, los deudores, los acreedores y otras partes interesadas, tales como las agencias de calificación crediticia y la sociedad civil, tienen que desempeñar un papel clave para fomentar la transparencia de la deuda”, subrayó.
El Grupo Banco Mundial ha considerado desde hace mucho tiempo la transparencia de la deuda un paso fundamental del proceso de desarrollo de los países, dado que esta facilita nuevas inversiones, mejora la rendición de cuentas y contribuye a reducir la corrupción.
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