Mayores tasas de vacunación suponen un relajamiento de las restricciones en los lugares de trabajo, por lo que es muy significativa su influencia en las perspectivas del mercado global, destacó la OIT.
La recuperación del mercado laboral en el mundo se estancó y existen importantes riesgos de que siga una trayectoria a la baja con lo que se ampliaría la divergencia que ya hay entre las economías desarrolladas y las que están en desarrollo, señaló el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder.
Asimismo, calificó de dramático que estas tendencias estén determinadas por la desigualdad de la distribución de las vacunas, así como de los estímulos fiscales, por lo que destacó que “es acuciante solucionar ambos aspectos”.
De acuerdo a la octava edición del Observatorio de la OIT: la COVID-19 y el mundo del trabajo que fue presentado este miércoles, contabilizó que la pérdida de los puestos laborales en el mundo para este año ascenderá a 125 millones, cálculo que supera su proyección de junio que consideraba que 100 millones de empleos a tiempo completo desaparecerían.
Frente a esta situación, la agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se encarga de las cuestiones relacionadas con el trabajo en el mundo, advirtió que de no mediar una ayuda concreta en términos financieros y técnicos, seguirá habiendo una “gran divergencia” en las tendencias de recuperación del empleo entre los países desarrollados y en desarrollo.
El análisis de la OIT muestra que, en el segundo trimestre del año por cada 14 personas vacunadas con el cuadro completo, se añadió un puesto de trabajo equivalente a tiempo completo al mercado laboral mundial, lo que impulsó sustancialmente la recuperación.
?La pérdida de horas de trabajo en 2021 por la #COVID19 superará significativamente el cálculo anterior.
La 8ª edición del Observatorio de OIT alerta que se perderá el equivalente a 125 millones de puestos de trabajo a tiempo completo.
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— OIT (@OITnoticias) October 27, 2021
En este sentido, destacó que mientras la tasa de inoculación alcanza al 60 por ciento de la población en las economías de altos ingresos, sólo ha cubierto al 1.5 por ciento en los países más pobres. “Sin vacunas, la pérdida de horas de trabajo a nivel mundial se habría situado en el 6.0 por ciento en el segundo trimestre de 2021, y no en 4.8 por ciento realmente registrado”, observó el organismo.
Además, destacó que mayores tasas de vacunación suponen un relajamiento de las restricciones en los lugares de trabajo, por lo que es muy significativa su influencia en las perspectivas del mercado global.
La OIT menciona que los desequilibrios que se han presentado entre los países en desarrollo y los desarrollados “podrían resolverse rápida y eficazmente si aumentara el nivel de solidaridad mundial en torno a las vacunas”, y considera que si los países de ingreso bajo dispusieran de ellas igual que las naciones de ingresos altos, la recuperación de las horas de trabajo se equipararía a la de las economías más ricas en poco más de un trimestre.
Por otra parte, resaltó que el otro factor clave para la recuperación laboral en el entorno de la pandemia, lo conforman los estímulos fiscales, pero hizo notar que la disparidad de los mismos sigue sin resolverse, ya que alrededor del 86 por ciento de las medidas de estímulo globales se concentran en los países de ingreso alto.
Las estimaciones indican que, en promedio, un aumento del estímulo fiscal del uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) anual aumentó las horas de trabajo anuales en 0.3 puntos porcentuales con respecto al último trimestre de 2019.
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