La solución real a la trata de personas, el cambio de cada uno

El Papa Francisco afirmó, respondiendo las preguntas de jóvenes de diferentes partes del mundo, que la trata de personas es un crimen contra la humanidad, un forma de esclavitud.



Ante la pregunta de un joven sobre el silencio que existe sobre el tema el Papa dijo que existen varias razones, una claro, es la ignorancia, otra es que el tema causa vergüenza, pero también que algunos prefieren no hablarlo, aunque lo conozcan porque se encuentran “al final de la cadena de consumo”.

Señaló que en el día a día podemos encontrar a alguien que podría ser víctima o bien nos encontramos ante la posibilidad de elegir productos hechos por personas víctimas de trata, por lo que es necesario tener “coraje y honestidad”.

Por esta razón, indicó el Obispo de Roma que la sensibilización debe comenzar en casa y que los jóvenes tienen una gran tarea para desterrar ese silencio y denunciar las abominaciones de la trata. En este punto señaló que la trata de personas es un crimen contra la humanidad.

Alguno pidió que el Papa le ofreciera una guía de actuación al respecto, por lo que comentó, que los chicos deben aprender los signos de que existe una víctima de trata, así como promover iniciativas que pudieran acoger las parroquias, y la Iglesia deberá crear espacios de encuentro.

No obstante, señaló que los adultos deben vigilar el uso que los jóvenes dan a las redes sociales pero no solo ellos, sino que también los hermanos y primos mayores deben cuidar en su uso a los más chicos.

Una joven cuestionó como no caer frente a los vendedores de ilusiones, a lo que el Papa indicó que algunos de las víctimas de trata, fueron enganchadas por familiares y amigos, por lo que la educación y un ambiente parroquial sano son factores clave, para poder denunciar a los traficantes sin vergüenza.

Indicó que las falsas noticias que se transmiten “de boca en boca”, y las redes sociales son vehículos para hacer caer a los inocentes. Agregó que quienes se toparon con el crimen organizado, pueden ofrecer advertencias sobre los peligros”.

Ante la pregunta ¿qué hacer para acabar con la trata? El Papa respondió que en países donde existe pobreza, corrupción y violencias, además de que las estructuras económicas, el marco legal y la infraestructura es insuficiente, el crimen organizado actúa impunemente. Por lo tanto, la educación y las oportunidades de empleo son “antídotos contra la vulnerabilidad y el tráfico”.

Sin embargo señaló que si hay oferta es que porque muchos hombres están dispuestos a pagar por placer, así que la verdadera solución al problema de la trata es la conversión de los corazones, que termine con el demanda y el mercado.

Por otro lado, señaló que desea que el Sínodo sea visto por los jóvenes como un lugar para lanzar un mensaje a los gobernantes a los países de proveniencia y de llegada para pedir protección y apoyo. Que lance un mensaje global para la movilización juvenil mundial para construir una casa inclusiva y acogedora.

Así también compartió que espera que sirva para que las iglesias particulares trabajen unidas y se hagan “una red de salvación”.

El Papa concluyó orando y pidiendo la intercesión de Santa Josefina Bakhita, para no caer en la indiferencia y escuchar “su grito de ayuda”.

 

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