Hablar abiertamente de salud mental en ámbitos como el deporte, la música o la educación ayuda a visibilizar esta problemática que afecta a toda la sociedad.
La ansiedad es un sentimiento de miedo e inquietud desproporcionados en comparación con el peligro real, esta sensación es tan persistente que llega a afectar el comportamiento normal y las actividades cotidianas de quien la padece.
La intrusión del COVID-19 ha disparado que millones de personas en el mundo padezcan ansiedad, tan sólo en México, el 31 por ciento de la población, uno de cada tres mexicanos, presentó este tipo de afectación de abril de 2020 a marzo de 2021, según la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19), elaborada por la Universidad Iberoamericana (IBERO).
Graciela Teruel, directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la IBERO, señaló que las personas con menor nivel socioeconómico son quienes durante el lapso que abarca el estudio presentaron índices mucho más altos de ansiedad, lo que puede deberse a que tienen mayores niveles de estrés y mayores dificultades en general para hacerle frente a todas las presiones y necesidades económicas.
Respecto a los resultados entre hombres y mujeres, los primeros presentaron síntomas severos de ansiedad más bajos que las mujeres. En el caso de ellas, la prevalencia se mantuvo alta, siendo las más afectadas con un 36 por ciento sin ningún cambio de diciembre del año pasado a marzo de 2021.
La ansiedad no distingue a nadie
En el marco de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la gimnasta norteamericana Simone Biles, cuatro veces campeona de oro en las olimpiadas de Río 2016, se retiró de la final por equipos femeninos, ya que reveló que sentía demasiada presión. A través de su cuenta de Instagram escribió que “realmente siento que a veces tengo el peso del mundo sobre mis hombros”.
La reconocida gimnasta de 24 años de edad admitió que su decisión de retirarse de la contienda se debió a “demonios en la cabeza” y externó que debía cuidar su salud mental. “Tengo que hacer lo que es correcto para mí y concentrarme en mi salud mental y no poner en peligro mi salud y mi bienestar”, reveló Biles.
Hablar abiertamente de salud mental en ámbitos como el deporte, la música o la educación ayuda a visibilizar esta problemática que afecta a toda la sociedad.
La directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta H. Fore, expresó su apoyo a la decisión tomada por la destacada deportista norteamericana, por lo que en su cuenta de Twitter escribió: “Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo”. Orgulloso de @Simone_Biles por poner su salud mental y bienestar en primer lugar y demostrar que está bien tomarse un descanso. Un verdadero signo de fuerza y coraje ante una intensa presión.
“We have to protect our mind and our body.”
Proud of @Simone_Biles for putting her mental health and wellbeing first – and showing that it’s okay to take a break. A true sign of strength and courage in the face of intense pressure. https://t.co/mJmdBClXxN
— Henrietta H. Fore (@unicefchief) July 27, 2021
La Global Consumer Survey de Statista elaboró una encuesta en la que 42 por ciento de personas entrevistadas en Estados Unidos y en México 28 por ciento declararon haber experimentado problemas de salud mental como depresión, estrés o ansiedad en los 12 meses anteriores al estudio.
De acuerdo a Statista, los datos dicen poco sobre la prevalencia real de esta problemática. El hecho de que la proporción de quienes han visto mermada su salud mental sea superior al 40 por ciento tanto en Estados Unidos como en Suecia puede deberse también a las diferencias en la aceptación social de tales problemas. Esto también se aplica al otro extremo del espectro: la encuesta no ofrece una respuesta irrefutable a si los franceses o los chinos gozan de mayor salud mental que los estadounidenses o los suecos. Sin embargo, puede decirse que estos problemas están presentes en todos los países seleccionados en el gráfico.
Según información de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), millones de personas en todo el mundo tienen problemas de salud mental y se calcula que una de cada cuatro sufrirá un problema de este tipo a lo largo de su vida.
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