México sólo recauda 16 por ciento del PIB en impuestos, uno de los más bajos de América Latina, por lo que son necesarios cambios en materia fiscal, destaca el estudio “La vacuna contra la desigualdad”.
Debido a la pandemia provocada por el COVID-19 puso en evidencia la limitada capacidad del Estado mexicano para atender la emergencia de acuerdo al estudio “La vacuna contra la desigualdad”, el cual también resalta que derivado de esta situación en el país se calcula que entre ocho y 10 millones de personas podrían caer en la pobreza, por lo que para evitar que siga creciendo esta espiral y se propicie la recuperación económica, es necesario generar mayores recursos públicos, pero también es indispensable que el gobierno gaste mejor los recursos con los que ya cuenta.
Con la intención de medir las consecuencias negativas ocasionadas por el COVID-19 y plantear soluciones para fomentar una pronta recuperación que tenga efectos de largo plazo y reduzca la desigualdad, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el Centro de Análisis e Investigación Fundar y Oxfam México elaboraron el estudio en el que proponen reajustar algunos impuestos a fin de contar con mayores recursos que sean destinados a los grupos más vulnerables.
Ante la baja recaudación de impuestos, el estudio considera que deben existir reajustes, ya que en México únicamente recauda 16 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en impuestos, uno de los más bajos de América Latina, lo que llama a plantearnos cambios en materia fiscal que permitan atender las necesidades de gasto con impuestos más progresivos.
En el análisis se propone considerar mecanismos encaminados a implementar un sistema tributario progresivo en el que paguen más impuestos los que más tienen y a ampliar el espacio fiscal, mismo que en los últimos cinco años se redujo de 6.6 a 2.2 por ciento del PIB.
Diego Vázquez Pimentel, director de investigación de Oxfam México, indicó que es necesario contar con una estrategia para frenar los efectos económicos negativos ocasionados por la pandemia que podrían persistir en el tiempo afectando a las futuras generaciones.
Mencionó que el gobierno debe proveer un mayor estímulo económico para proteger la estructura productiva de manera contundente, a la par que se busca integrar la participación de las mujeres en el mercado laboral.
Por otra parte, deben implementarse programas sociales adicionales que sean sostenibles en el largo plazo para mitigar el incremento de la pobreza y desigualdad social de los grupos más vulnerables. Asimismo, consideró que es necesario asegurar y proteger el derecho a la salud y educación de las y los mexicanos, a través de brindar el financiamiento suficiente en lugar de buscar la austeridad en estos rubros.
En su participación, Alejandra Macías, directora de investigación del CIEP, dijo que los dos rubros más afectados en el país a consecuencia de la pandemia fueron el de salud y el de educación, mientras que los grupos que fueron más golpeados fueron las mujeres y jóvenes.
Mencionó que el financiamiento para salud es insuficiente, ya que mientras en la última década se ha destinado casi la misma proporción del gasto federal a este tema, la población siguió creciendo. Respecto al sector educativo Macías explicó que en ese mismo periodo de tiempo el gasto ha oscilado entre 3.4 y 3.9 por ciento del PIB, a pesar de que la Ley General de Educación establece que no puede ser menor a 8 por ciento.
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