Clara con poca luz

Un video esta semana mostró una conversación entre Clara Luz y Raniere en la que hablan de política. Ella se ve contenta y animada. La señora mintió deliberadamente.



Clara Luz Flores se convirtió en un personaje de la política nacional hace unos meses cuando en Nuevo León todos los partidos se la peleaban para que fuera su candidata. Durante años ella fue una priista. Bajo las siglas de ese partido fue alcaldesa. Pero ya cerca de la definición de las candidaturas a gobernar el estado, los partidos ofrecieron generosamente sus plataformas a quien siendo mujer en un estado tradicionalmente macho gozaba de amplia popularidad para ganar la contienda de este año. A Monterrey llegó el presidente López Obrador para cerrar la negociación en la que Clara Luz quedaba como candidata del partido del presidente.

No debe resultar extraño que una priista y un priista se conviertan en candidatos de Morena o que lleguen de manera vertiginosa a colocarse en lugares destacados de ese partido. Ya nada más faltan en los estatutos de Morena que pongan como requisito haber sido del PRI. El presidente fue priista, Bartlett fue priista, Ebrard fue priista, Monreal fue priista, Durazo fue priista, en fin que la lista es interminable. Más de la mitad de los actuales candidatos de Morena a gobernar en los estados que tienen elecciones este año fue priista. Así pues, que hay que ver con naturalidad el abordaje de los priistas a la nave morenista. Así llegó la señora Flores a ser la candidata a gobernadora de Nuevo León.

Gobernar Nuevo León no es cualquier cosa. Es un estado con riqueza, pujante, con personalidad, un estado de empresarios, de gente hacendosa y productiva. Quien gobierna ese estado naturalmente llama la atención. Por eso mismo una buena parte de la opinión pública y de los medios de comunicación voltearon a ver a la mujer que se perfilaba como ganadora de las próximas elecciones. Su pasado, su marido que se ha dedicado por años a la política, sus acciones como alcaldesa, todo pasó a ser revisado como debe ser en una democracia. Seguramente será una elección reñida en la que no faltarán los golpes y las delaciones, el electorado de Nuevo León exige y ya se ha manifestado por cambios en sus gobiernos, por eso no deja de llamar la atención que Clara Luz se atora y se hace bolas para contestar preguntas básicas, siente que ya ganó y proyecta un aire de autosuficiencia que en nada ayuda a quien todavía tiene que competir.

Por supuesto que esto no será un paseo en el campo para quienes desean gobernar ese estado. Y ya tenemos que Clara Luz ni es tan clara ni tiene tanta luz y esta semana asistimos a una de sus partes oscuras. Y por su parte oscura no me refiero al que haya asistido a un curso de “superación personal” como le llaman los políticos estafados en esa empresa, sino a la manera tan abierta y descarada de mentir de la candidata en algunas entrevistas (la entrevista con Julio Hernández, Astillero, es particularmente evidente en este sentido). La señora mintió sobre su relación con la empresa de Keith Raniere que convertía a algunas de sus adeptas en esclavas sexuales y que ha sido condenado a 120 años de prisión en Estados Unidos. Ella dijo que no lo conocía, minimizó su paso por esa empresa y redujo todo a un simple engaño. Un video esta semana mostró una conversación entre Clara Luz y Raniere en la que hablan de política. Ella se ve contenta y animada. La señora mintió deliberadamente.

Lo peor es cómo quiso justificar su mentira. Dijo las mismas tonterías que Mario Delgado: se dijo engañada y que fue como fueron más políticos, periodistas y empresarios. No dio nombres. En un video con un texto pésimamente leído, lleno de cortes que quitan el ritmo, la candidata del presidente le echó la culpa del video a su contrincante del PRI. Acusó a ese candidato y a su familia de estar atrás de todo y de sacar el video. Absurdo. Después del video de la Gaviota hablando de la Casa Blanca, quizá el de Flores sea el peor video de control de daños que hayamos visto desde entonces. Mal que no explicó su decisión, peor que mintió y mucho peor como creyó que lo iba a arreglar.

Es claro que Clara no tiene quién le ayude y sí tiene muchos que la quieren hundir. Y eso que apenas empieza la campaña. En cualquier momento se descarrila.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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