La violencia sexual infantil tiene al menos dos grandes aliados: el silencio junto con la secrecía y la impunidad, aseguró la senadora Josefina Vázquez Mota.
Después del crimen organizado y de la venta de narcóticos, la violencia sexual infantil es el segundo negocio más rentable del mundo, “el que más destruye vidas y el que más dinero deja a los criminales”, aseguró la senadora del PAN, Josefina Vázquez Mota, y destacó que en México hay cinco millones de niñas, niños y adolescentes víctimas de este delito que necesitan urgentemente ser escuchados.
Durante la presentación virtual del “Balance Anual de REDIM 2020: El año de la Sindemia y el Abandono de la Niñez en México”, la legisladora lamentó que la ya de por sí falta de visibilidad de los menores en la sociedad era preocupante, durante toda la emergencia sanitaria esta se ha agudizado, situación que provocará a corto, mediano y largo plazo “consecuencias devastadoras” para los menores.
Entre los efectos que afectarán a los niños, niñas y adolescentes mencionó que a nivel global se pronostica un aumento del 10 al 50 por ciento de la mortalidad infantil global, el incremento en la desnutrición aguda, una crisis alimentaria y más pobreza, así como la incorporación cada vez mayor de menores al mercado laboral, además que cada vez son mayores las dificultades que tienen para acceder a servicios básicos como educación y salud.
Vázquez Mota refirió que como consecuencia del aumento de las muertes por COVID-19, más menores se suman a vivir en situación de orfandad, lo que los expone a ser víctimas de la explotación y a abusos que pueden propiciar que abandonen su educación para siempre o tengan una vida con violencia.
La presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia del Senado, también advirtió que la pérdida de empleo de los familiares de los pequeños podría ponerlos en situaciones de mayor vulnerabilidad e inseguridad en todos los terrenos de su vida, lo que provocará que también se incrementen las brechas de desigualdad.
Frente a estas problemáticas, la senadora del PAN propuso unir esfuerzos para diseñar políticas públicas y establecer acciones concretas que permitan hacerle frente a la pobreza, al abuso y la violencia, así como a los problemas de alimentación o la falta de servicios de salud y educación que padecen miles de niñas, niños y adolescentes en el país.
Una realidad lacerante
Josefina Vázquez Mota es coautora del libro Alas Rotas, cómo prevenir la violencia sexual infantil y ayudar a las víctimas, que recientemente presentó en el Senado de la República y el cual tiene como finalidad ayudar a visibilizar este crimen que vulnera a millones de niñas, niños y adolescentes que han sido víctimas de la violencia sexual infantil. Esta violencia acecha a nuestra niñez en todos los lugares que habitan, comenzando desde su propio hogar.
Indicó que este libro recoge las voces de cinco millones de niñas, niños, mujeres y hombres adultos que han sido víctimas de este crimen. Además, recopila textos de autores de diversos ámbitos, públicos y privados, académicos, educativos, de salud y asociaciones civiles que han enfocado sus esfuerzos en luchar contra “este denigrante mal”.
La senadora afirmó que la violencia sexual infantil es mucho más común de lo que se imagina, sobre todo en un país con una arraigada cultura patriarcal, cuyas expresiones y comportamientos machistas y misóginos cobran toda su fuerza, abuso y atrocidad.
Y agregó que este crimen tiene al menos dos grandes aliados: el silencio junto con la secrecía y la impunidad.
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