México; Iglesia apoya a migrantes

Llama Iglesia a acciones concretas en favor de migrantes

La Iglesia católica, por conducto de Monseñor Alfonso Miranda, Secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, hizo un llamado a los estudiantes, trabajadores y empresarios a promover acciones concretas en beneficio de las personas migrantes.



Urgió a la concientización de la sociedad y de las instituciones en cuanto a la dignidad e identidad de los migrantes, no verlos como delincuentes ni como objeto de uso y abuso, sino como seres humanos que son, sujetos de caridad.

Con motivo del inicio de la Cuaresma 2017, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) fundamentó su postura de defensa de las personas migrantes en el mensaje del Papa Francisco, en el que invita a comprender e intensificar la vida del Espíritu centrando al “otro” como un “don”, una idea que el Episcopado Mexicano considera muy adecuada aplicarla al migrante y verlo como un “don” de Dios.

En conferencia de prensa, Monseñor Alfonso G. Miranda Guardiola dio a conocer la tarea que realiza la Iglesia en México en apoyo a los migrantes, a través de los más de 70 lugares distribuidos a lo largo del país, que se concentran principalmente en tres regiones: la frontera norte, sur y centro del país, que son el punto neurálgico para el tránsito migratorio al interior del territorio nacional.

Las casas de migrantes, explicó, están constituidas por albergues, comedores, centros de apoyo, parroquias y módulos de atención que acompañan a los migrantes. Dichas casas son administradas por la iglesia católica, grupos de pastoral, congregaciones religiosas, laicos comprometidos, así como por iglesias cristianas, organizaciones de la sociedad civil y gobierno.

Destacó que son un apoyo muy importante, porque, entre otras cosas, son la primera acogida del migrante en tránsito o deportado y porque expresan que para la Iglesia nadie es ilegal ni inmigrante.

Al mismo tiempo, son un refugio porque les dan protección, techo, agua, alimento, vestido y calzado, además de que son cuidados contra todo tipo de violación a su dignidad y a sus derechos.

También, les proporcionan servicio médico, les ayudan con el servicio de llamadas telefónicas para encontrar a familiares perdidos; y, sobre todo, llevan una bitácora, para que familiares y otras personas los puedan rastrear en caso de desaparición.

Estas casas, subrayó, han establecido redes a través de las cuales comparten información, capacitación y se brindan apoyo mutuo a favor del migrante; y su trabajo traspasa fronteras al converger con organizaciones católicas, universidades y organismos internacionales en Estados Unidos y Canadá.

Monseñor Miranda precisó que las personas que colaboran en estas casas son en su mayoría voluntarios y van desde 2 hasta 10 como máximo. Sin embargo, se apoyan de la comunidad parroquial o fieles que ofrecen su tiempo y servicio. La gran mayoría de los donativos con que operan, provienen de las comunidades en que están insertas estas casas.

Apuntó que en las casas de migrantes los voluntarios que ofrecen sus servicios, son insuficientes, ya que en los albergues pueden llegar a atender desde 15, hasta más de 300 personas por día. Por lo que concluyó con un llamado a los ciudadanos a involucrarse para asistir a esta población de hermanos que están tan abandonados y que además son tan discriminados.

@yoinfluyo

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