La Constitución de los Estados Unidos en su artículo II refiere que, en caso de muerte, renuncia o incapacidad del presidente, es el vicepresidente quien ocupa la presidencia hasta las siguientes elecciones.
Con la llegada de Joe Biden a la presidencia es muy posible que el populismo en Estados Unidos poco a poco se vaya cerrando, afirmó el doctor Tony Payán, director del Centro México del Instituto de Políticas Públicas James A. Baker III de la Universidad Rice.
“Los populismos son buenos para diagnosticar inquietudes, miedos y temor y, quizá, problemas estructurales que enfrenta la sociedad, pero no son buenos para resolverlos, pues, al contrario, los empeoran y crean un ambiente de encono, polarizan, dividen y arruinan las instituciones y muchos de los elementos positivos que pudiera tener una sociedad”, explicó Tony Payán.
Al participar en la conferencia “De la toma del Capitolio a la emergencia nacional” realizada por el Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, James A. Baker explicó que quienes participaron en la invasión del Capitolio han sido arrestados y están siendo investigados.
“Seguramente la administración de Biden actuará para cerrarle los espacios con la lógica consecuencionalista, es decir, “pues hay límites a la libertad de expresión y actividad política, si te excedes y cruzas la línea de daños a terceros, hay consecuencias”, agregó.
El especialista en la relación México-Estados Unidos añadió que el vecino del norte cada vez es una nación más diversa y aseguró que la visión racial de ese país es insostenible, pues con la elección de Biden se observó que 80 millones de personas optan por un país más plural, abierto y tolerante.
Por su parte, el doctor Abelardo Rodríguez Sumano, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la Ibero, recordó que Trump llevó la retórica de odio a la diversidad racial y a la inmigración que han precipitado los crímenes de odio como en los peores momentos de los Estados Unidos, por ejemplo: la Masacre de El Paso, Texas, el 5 de agosto de 2019, conserva vasos comunicantes profundos con la retórica de Trump.
Mientras que, en el plano externo, este mismo gobierno debilitó el orden multilateral que existe en la Organización de Naciones Unidas (ONU) o la Organización de Estados Americanos (OEA). También dañó la cooperación internacional, el desarrollo y las prácticas democráticas.
De igual forma, erosionó las alianzas estratégicas con la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que golpeó la relación trasatlántica y minó la vecindad entre Estados Unidos y México.
¿Qué ocurriría si por un problema de salud de Biden se apartaría de sus funciones?
Este miércoles 20 de enero Joe Biden toma posesión de su cargo como presidente de los Estados Unidos, tras uno de los traspasos de poder más polémicos que se recuerden con la toma del Capitolio por simpatizantes de Trump, también con la llegada de Biden será especial por otro hecho histórico, su edad, ya que con 78 años se convertirá en el presidente estadounidense con más edad de la historia.
Con esta edad, Biden superará a Ronald Reagan, que dejó el poder con 77 años y 349 días, casi la misma edad con la que Biden comenzará su mandato. Por lo contrario, está Theodore Roosevelt, la persona más joven en alcanzar la presidencia, con 42 años, al que le sigue John F. Kennedy, con 43 años.
La Constitución de los Estados Unidos en su artículo II refiere que, en caso de muerte, renuncia o incapacidad del presidente, es el vicepresidente quien ocupa la presidencia hasta las siguientes elecciones.
Kamala Harris, quien será la vicepresidenta, a sus 56 años estaría lista para tomar las riendas del país en el caso de que a Biden le pasara algo. Un claro ejemplo fue cuando el entonces vicepresidente George W. H. Bush ocupó el cargo de presidente mientras Ronald Reagan se sometía a una operación.
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