“¡Nos están matando y parece ser que a nadie le importa!”, es la llamada de atención de Xiskya Valladares, mejor conocida como ‘la monja tuitera’, quien ha utilizado todos los medios a su alcance para denunciar la represión que vive Nicaragua.
En entrevista con Yo Influyo recuerda que la represión impulsada por el régimen de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo -quienes se definen como cristianos, solidarios y socialistas’- ha cobrado la vida de más de 350 personas, con más de dos mil heridos, cientos de desaparecidos y personas torturadas.
La hermana Xiskya lamenta que la pareja presidencial (Murillo es vicepresidenta) utilice un lenguaje cristiano, al tiempo que asesina a los manifestantes.
“Sobre todo la vicepresidenta (…) utiliza un lenguaje de amor, paz, reconciliación, Dios, Jesucristo”.
La ‘monja tuitera’, cofundadora del proyecto de evangelización por internet iMisión nació en León, Nicaragua, y actualmente vive en en una comunidad de la congregación Pureza de María en Palma de Mallorca, España. La distancia, sin embargo, no le ha impedido volcarse de lleno en apoyo a sus connacionales.
“Es una brutal violación a los derechos humanos básicos. Yo no suelo implicarme en temas políticos, pero en este caso es un tema de humanidad” insiste la hermana Valladares.
“Por ejemplo, simplemente por haber dado una taza de café a uno de los muchachos que estaba custodiando una barricada ya han detenido a una anciana, han quemado a una familia entera viva por impedir que subieran a poner a unos francotiradores en el tercer piso de su casa (…) Han disparado a un niño de 15 meses. También llegan con una lista en mano a casa por casa a sacar a gente y si la persona que buscan no está, entonces se llevan a un familiar”.
“Por motivos completamente arbitrarios o sea no es que la gente este incumpliendo una ley, no, sino que simplemente por manifestase en contra del gobierno o por expresar un apoyo a una persona que se manifiesta o simplemente porque le parece al paramilitar o al policía que esta persona lo ha hecho”.
Nicaragua peor que Venezuela
Xiskya Valladares insiste en que la represión gubernamental en su país es crítica, incluso peor que en Venezuela, bajo el régimen de Nicolás Maduro Moros. “Venezuela no lleva tantos muertos como Nicaragua lleva en tres meses”.
En Venezuela los ciudadanos marcharon casi a diario durante cien días el año pasado para exigir el fin del gobierno chavista, con un saldo de cien jóvenes asesinados. En Nicaragua, en cambio, los muertos son más de 350 en solo tres meses.
“Es cierto que Venezuela está peor por el desabastecimiento y gracias a Dios ese problema en Nicaragua de momento no lo hay”.
No obstante, insiste, lo que pasa en Nicaragua es más grave que el desbasto “porque es la vida la que está en juego”.
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Ataques abiertos a la Iglesia
Obispos y sacerdotes, quienes han participado activamente en los diálogos de paz con el gobierno, pero también en la defensa de los manifestantes, han sido blanco de ataques de parte del gobierno y sus secuaces.
“Hirieron al Monseñor Silvio (Báez) con un objeto punzante, con algo punzante, que probablemente iba dirigido al tórax o a la cabeza y que gracias a Dios cayó en el brazo”.
Xiskya Valladares explicó que el Gobierno ha atacado a la Iglesia porque el Presidente Ortega creyó que tendría a los obispos de su lado al haberlos elegido como mediadores en el Diálogo Nacional en el que participan diversos sectores de la sociedad.
Al respecto, la ‘monja tuitera’ recordó lo que ha dicho monseñor Baez, obispo auxiliar de Managua, respecto al papel de la Iglesia en este diálogo: “somos elegidos por Daniel Ortega para ser mediadores en la mesa, pero no podemos renunciar a nuestra conciencia, no podemos apoyar la represión letal que esta haciendo este hombre porque también somos pastores, somos mediadores pero ante todos somos pastores”.
“Tanto los obispos de Nicaragua como el pueblo no quieren más guerra, quieren una solución pacífica y por eso se había apuntado todo el mundo a la mesa de diálogo, el problema es que no se puede dialogar con un tirano, no se puede dialogar con quien te está matando y la mesa de dialogo está parada”.
Los templos también han sido blanco de ataques de parte del gobierno, pues los sacerdotes han abierto sus puertas para refugiar a los manifestantes perseguidos.
“La campaña contra la Iglesia no solamente es verbal ni es soterrada, sino que es una campaña real y además cruenta porque ellos están exponiendo su vida, esencialmente por apoyar al pueblo en sus derechos humanos, porque ni siquiera estamos hablando ya de ningún tema político”.
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