Políticas públicas para la familia

Ante la disminución de la natalidad, en Hungría han propuesto a las mujeres la disyuntiva de elegir si prefieren alcanzar sus objetivos en el hogar o en el trabajo.


Bienestar para las familias


Tenemos dos temas muy importantes de los cuales no podemos desentendernos: la salud dado el confinamiento por la pandemia y el derrotero de nuestro país. Sin embargo, hay otros de mucho peso para el futuro, por eso, no debemos polarizarnos y reducir los intereses, es mejor atajarlos antes de que se compliquen más.

Las políticas públicas para la familia es un asunto siempre candente, incluso trascenderá a lo inmediato que nos ocupa, porque unas buenas decisiones en este tema ayudarán a sortear la salud y el curso del país.

Para tomar decisiones conviene revisar planteamientos de otros pueblos. Precisamente, un modelo ejemplar nos lo ofrece Hungría, dentro de los países europeos es uno con los mejores apoyos para la familia. Esto nos garantiza resultados no meros proyectos.

Para que un sistema democrático realmente lo sea, necesita la participación de todos los ciudadanos con mayoría de edad. Entonces, cuando hablamos de políticas públicas no podemos excluirnos y dejar las soluciones a quienes ocupan algún cargo de gobierno. Es cierto que hay asuntos que requieren especial preparación, sin embargo, el tema de la familia nos compete a todos y la voz de cada uno es indispensable.

El embajador de Hungría ante la Santa Sede, Eduard Habsburg-Lothringen, concedió una entrevista para IFamNews. La publicaron en el mes de julio de este año. Llamaban la atención destacadas decisiones para las familias del país como la exoneración de impuestos para las mujeres con cuatro o más hijos, los préstamos familiares y el apoyo de los abuelos para el cuidado de los niños.

Soluciones que tomó Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, ante el alarmante descenso de la natalidad y el desequilibrio social que esto produce ahora y repercutirá gravemente en el futuro poblacional. Orbán está dispuesto a proporcionar todo el apoyo disponible para los jóvenes que tienen hijos y quieren formar una familia. Lo está haciendo con éxito, en comparación con otros gobiernos de Occidente: el gobierno húngaro es el que más recursos proporciona a las familias, casi el 5% del PIB.

Los siguientes datos muestran que con políticas adecuadas los problemas disminuyen. Entre 2010 y 2018, la tasa de aborto se redujo en un 33.5%, los matrimonios aumentaron en un 43% y los divorcios también se redujeron significativamente, en un 22.5% entre 2010 y 2017. En 2019, los matrimonios fueron un 84% más numerosos que en 2010 debido a las nuevas medidas. Y en 2020 la tasa de fertilidad, el número de hijos por mujer, es un 20% más alta que en 2010.

Desde luego este panorama se contrapone a los movimientos feministas y favorables a la disminución de la natalidad, y como tienen un fuerte respaldo mundial, es lógico silenciar estos resultados y presentar a Orbán como dictador, populista y reaccionario. Con estos títulos lo desprestigian y las mayorías lo ignoran.

Ante la disminución de la natalidad, en Hungría han propuesto a las mujeres la disyuntiva de elegir si prefieren alcanzar sus objetivos en el hogar o en el trabajo. En ambos casos se apoya a las familias, incluso a las que tienen muchos hijos. Algunos países han criticado la medida, la ridiculizan y afirman que se obliga a las mujeres a cocinar y a tener hijos. Sin embargo, otros países han mostrado gran interés e incluso la han adoptado.

Cuando alguna familia opta por tener una familia numerosa, los apoyos inician a partir del tercer hijo, entonces ya no pagan el impuesto sobre la renta, y a partir del cuarto hijo no pagan ningún impuesto. También a partir del tercer hijo se suprime el pago de préstamos que hayan contraído. Conceden préstamos para la construcción de casas, apoyo financiero para adquirir más grandes. Los abuelos reciben apoyo para el cuidado de los niños. Estas medidas han sido un éxito porque resuelven problemas a corto plazo.

Otro aspecto que ha contribuido es el hecho de que las figuras públicas se muestran a favor de la familia y ellas mismas destacan por tener familias de las que se ocupan y conviven. Su ejemplo anima y ayuda. En la Constitución se destaca la importancia de la familia. Todo ello contribuye a que socialmente se acepte a las familias numerosas. Esto llama especialmente la atención de los viajeros.

Aunque muchos medios de comunicación silencien estos logros, cada vez trascienden más los resultados. Otro país con políticas semejantes es Polonia. Ambos pueden considerarse pioneros de resultados exitosos.

Estos ejemplos no sólo interpelan a las autoridades. También los ciudadanos tienen puntos muy concretos que pueden adoptar o modificar de acuerdo a sus circunstancias. Lo más importante que son soluciones a corto plazo con resultados inmediatos. Cuando se obtienen estos conocimientos es muy grave no actuar.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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